El intercambio de regalos entre amigos y familiares durante la Navidad se convirtió en un símbolo de afecto y unión familiar.
Muy poco se sabe que esta tradición también se remonta a rituales paganos de la Antigua Roma, que celebraban durante el solsticio de invierno en honor a sus dioses, especialmente las Saturnales, una festividad popular que honraba a Saturno, el dios de la agricultura.
El 25 de diciembre, conocido como el día del Sol Invictus, simbolizaba la victoria de la luz sobre la oscuridad; además, se asoció con el nacimiento de Cristo, fusionando elementos de las Saturnales con las nuevas tradiciones cristianas.
Estas festividades romanas implicaban la decoración de hogares con plantas y candelas, banquetes familiares y el intercambio de velas y estatuillas de cera como regalos entre amigos y familiares, acciones que se siguen realizando hasta la fecha en Navidad.
Más allá de la materialidad y la historia, el intercambio de regalos en Navidad refleja valores de amor, amistad, solidaridad y generosidad.
Es una oportunidad para reforzar lazos emocionales, compartir momentos especiales y transmitir afecto a quienes amamos.
La práctica de dar regalos en Navidad es un legado que ha perdurado a lo largo de los siglos en México y el mundo, enraizado en diversas tradiciones, con un trasfondo histórico y cultural que tiene sus inicios en la Antigua Roma.