Fue en el ya desaparecido palacio de Alcañices, actual Banco de España, donde se instaló el primer árbol de Navidad en 1870.
El primer árbol de Navidad en España lo puso una princesa rusa.
Existentes tradiciones que llevan con nosotros toda la vida y más en fechas señaladas como la Navidad.
No todas son autóctonas de nuestro país y esto es lo que ocurre con el famoso árbol de Navidad, cuyo origen geográfico radica en el norte de Europa, y que fue introducido en España por una cosmopolita aristócrata rusa.
Sofía Troubetzkoy nació el 25 de marzo de 1838 en Moscú.
Educada en la Corte, siempre destacó por su inteligencia y sensibilidad, por lo que se convirtió en una de las aristócratas más admiradas y famosas de la época.
En invierno, para celebrar el nacimiento de Frey, el dios del Sol, la lluvia y la vegetación, los pueblos escandinavos decoraban un árbol al que llamaban Yggdrasil o árbol del Universo.
Estos árboles con ofrendas se colocan en mitad de los poblados simbolizando la copa el Valhalla, el conocido como reino de la eternidad, y las raíces el mismísimo infierno.
Cuando los primeros cristianos llegaron a Escandinavia observaron que la fecha de adoración nórdica coincidía con la Navidad por lo que decidieron adoptar la costumbre y la acabaron transformando.
Para los cristianos, la invención del árbol de Navidad se atribuye a Bonifacio, santo y misionero que vivió entre los siglos VII y VIII, que viajó al norte de Europa para convertir a los paganos.
Fue allí donde, en 1870, la duquesa de Sesto instaló el primer árbol de Navidad en España, siendo algo bastante común en los palacios de otras capitales europeas.
"Es una tradición que ella había adquirido, lógicamente, por su educación, porque el árbol de Navidad es un elemento propio de los países del norte de Europa".
Una costumbre que acabaría extendiéndose por toda Europa gracias a celebridades como Sofía Troubetzkoy, quien no dudó en introducirlo en nuestro país.