Leer y escribir son dos habilidades que se refuerzan mutuamente. Los niños pueden comenzar a escribir historias incluso desde que entran al kindergarten. Cuando su niño está aprendiendo a escribir, no importa si comete errores de ortografía. En kindergarten los niños aprenden cómo agarrar un lápiz, que las oraciones comienzan con mayúscula, que entre las palabras se necesitan espacios y mucho más. Por ahora, lo importante es que el niño trate de escribir, diga las letras y comparta lo que piensa. Encuentre razones para que su hijo escriba. A medida que el niño se sienta más a gusto con la escritura, trate de pensar en distintas razones por las cuales escribimos. Pídale que escriba una lista de compras, una nota de agradecimiento o una tarjeta de cumpleaños. Entre más practique la escritura, mejor para él o ella. Organice un estuche de herramientas de escritura. Coloque en una caja, o en una canasta, papel, crayolas, libros, lápices y bolígrafos. Pídale al niño que le añada otros elementos a la caja. Así le será fácil encontrar todo lo que el niño necesite para practicar la escritura. Sea el mayor admirador. Demuéstrele al niño su interés por las tareas y la escritura. Pídale que le lea en voz alta lo que haya escrito y escúchele con entusiasmo. Bríndele estimulo, ya que la escritura exige un gran esfuerzo. Déle ánimo y motívelo a continuar intentándolo. Elaboren un libro. Elaboren un libro, doblando hojas de papel por la mitad y pegándolas con ganchos. Para el segundo grado el niño podrá escribir sus propios cuentos con distintas oraciones en cada página. Pídale que haga los dibujos para el libro y colóquelo donde todos lo puedan ver. Lean juntos diariamente. Lean juntos por lo menos 15 minutos diariamente. Los expertos afirman que, de todo lo que usted puede hacer por él o ella, esto es algo de lo más importante. Convierta la lectura en un tiempo cálido y afectuoso.