La biodiversidad es uno de los factores clave para el bienestar del planeta y de los diferentes ecosistemas.
La biodiversidad es vital porque sin ella, los ecosistemas se vuelven frágiles, lo que pone en peligro aspectos tan importantes como la seguridad alimentaria, la salud mental, el cambio climático o la economía, ya que participa en aspectos que van desde la protección de la calidad del agua hasta la protección frente a las pandemias o desastres naturales como las inundaciones.
La biodiversidad es una garantía de supervivencia a largo plazo de todo el planeta.
Cuanta mayor diversidad hay, más resilientes son los ecosistemas.
Ante una realidad como esta, debemos esforzarnos por su cuidado y mantenimiento, puesto que la actividad humana suele representar una amenaza seria.
Es nuestra responsabilidad procurar que no se produzcan eventos dañinos, como incendios.
La biodiversidad también se utiliza como medida de la riqueza y variedad de especies, y de cómo estas se relacionan e interactúan dentro de sus ecosistemas.
La biodiversidad es esencial para mantener el equilibrio y la estabilidad de los ecosistemas.
Cada especie desempeña un papel único en su entorno.
Sin embargo, es indispensable entender en qué consiste para encontrar las mejores soluciones porque el planeta pierde cada minuto un área de bosque equivalente a 27 campos de fútbol, tal y como destaca WWF.