No existen personas no creativas, existen solo mentes poco entrenadas para la creatividad.
La creatividad, de hecho, no es una virtud reservada solo a unos pocos elegidos, es una capacidad que poseemos todos y que se potencia con la práctica.
Y aún hay más: no solo es útil para quien tenga un trabajo creativo, sino que es un recurso valioso para afrontar cualquier situación.
No es de extrañar que algunos grandes descubrimientos de la historia hayan nacido de la intuición y del ejercicio del pensamiento lateral.
La creatividad es un músculo y, para mantenerlo en forma, hay que entrenarlo: un entrenamiento asiduo y constante, con ejercicios diseñados ex profeso.
Sigue entrenando la creatividad, pues es la única forma de asegurarte de que, incluso en los días más negros, tu página no se quede en blanco.