¿Cómo trabajar la lectoescritura en casa?

¿Cómo trabajar la lectura en casa? El proceso de adquisición de la lectura se inicia en infantil, trabajando diferentes prerrequisitos como la atención o la memoria, y continúa en primaria. Siendo un proceso largo, es importante que en casa la familia ayude al niño a conseguir una correcta adquisición. Se podrá trabajar también desde la parte auditiva, siendo el adulto quien haga el sonido y el niño quien señale la letra correspondiente al sonido que ha escuchado. Para motivarle más, en algunas ocasiones se podrá realizar esta actividad con tiempo y se le dirá al niño que debe leer la lista de palabras antes de que suene la alarma. Leer junto al niño cuentos que sean atractivos y dinámicos para él, de esta manera estará más motivado a la hora de realizar la actividad. De esta manera se trabajará también la atención, ya que el niño deberá identificar el error cometido. Es importante que siempre que se vaya a leer un cuento, el niño lo lea en voz alta. Es importante tener en cuenta que estas pautas se deben realizar de manera regular en casa sin llegar a saturar o cansar al niño. Por último, es fundamental recordar que en el caso de que el niño necesite intervención logopédica en la lectoescritura, estas pautas son en todo caso un complemento a la intervención, y no una sustitución de esta.

Según la RAE, la lectoescritura es «la capacidad y habilidad de leer y escribir adecuadamente». Esta competencia podría considerar como la columna vertebral del conocimiento. Todo alumno debe dominarla para entender y comprender las materias académicas que van apareciendo durante su trayectoria educativa. Su correcto manejo acaba condicionando, en ocasiones, el éxito académico y humano del alumno. Para que una persona pueda comprender adecuadamente lo que lee, es fundamental adquirir una serie de recursos que le permitan saber leer y escribir. Robador explica que «estas habilidades se adquieren con trabajo sistemático, específico y consciente». Numerosos estudios han demostrado que aprendemos mejor cuando estamos motivados y tenemos curiosidad. Reconocemos que esta competencia acaba siendo una clave esencial en la formación de la persona. De este modo, desde los colegios promueven iniciativas, actividades, programas con la intención de incentivar la pasión por la lectura.

Sugerencias para trabajar la lectoescritura desde casa: Actividades de discriminación auditiva: Juegos de palabras: Palabras encadenadas, veo-veo, buscar cosas que empiecen por... (empezando por los fonemas más sonoros /s/, /r/, /m/...), construir rimas (pareados), etc. Jugar a identificar el número de palabras que tiene una oración (dando una patada por cada una de ellas) o sílabas que contiene una palabra (dando una palmada por cada una). Es muy importante trabajar la comprensión lectora ¿qué quiere decir eso que hemos leído?. Funcionalidad de la escritura: Si les pedimos que nos escriban algo, es mejor que sea funcional, que le encuentren la utilidad: carta a un amigo, nota para papá, felicitación de cumpleaños, etc. Antes de empezar a escribir deberán pensar en la composición del texto, les guiaremos con preguntas del tipo: ¿qué queremos escribir? ¿para quién? ¿para qué?... Cuando vayan a escribir decidles que escuchen los sonidos de la palabra y que escriban lo que escuchen. Según su ritmo madurativo escribirán sólo vocales, vocales y alguna consonante o la totalidad de la palabra. Si nos piden que les escribamos algo para copiarlo, estamos ejercitando el trazo, pero no es una actividad de lecto-escritura propiamente dicha. Es preferible que ellos hagan el esfuerzo de pensar que sonidos tiene esa palabra y con que grafía (letra) se corresponden. Actividades de trazo: Es muy importante tener en cuenta la direccionalidad de la escritura, de izquierda a derecha y de arriba a abajo (cuando terminamos una línea pasamos a la inmediatamente inferior). Así como la direccionalidad del trazo al hacer las grafías. Por último, no debemos decirles el nombre de las letras si no su sonido, ya que al leer intentan hacerlo pronunciando el nombre de las mismas y en la lectura nos sirve su sonido no su nombre. Ahora mismo lo más importante es generarles el gusto por la lectura, convirtiéndolo en algo interesante y divertido, ya que de este modo será para ellos un hábito placentero. Para conseguirlo, será necesario que compartáis momentos de lectura en familia, que os vean leer a vosotros, que los libros y los cuentos sean un objeto habitual entre sus juguetes y que estéis atentos a sus demandas e intereses con respecto a este tema. Os dejo este vídeo que puede servir para ver de forma gráfica lo que os comentaba antes sobre decirles el sonido de las letras, que es lo que nos ayuda realmente para leer. Tened en cuenta que de momento usamos únicamente letras MAYÚSCULAS.

1. Remarcar líneas y figuras Si tu peque ya asiste al kínder pero aún es muy chiquito, puede iniciar con ejercicios de preescritura para que empiece a soltar la muñeca y mejore su coordinación mano-ojo. 2. Trazar y colorear las vocales y consonantes del abecedario Este ejercicio es para un niño que ya tiene mayor conocimiento del abecedario, gracias a lo cual puede trabajar todas las vocales y consonantes. 3. Separar letras de números Este ejercicio puedes imprimirlo de internet o hacerlo con ayuda de tu pequeño: en un hoja escriban números y letras (minúsculas y mayúsculas) de manera aleatoria y revuelta. 4. Completar palabras Elabora fichas con imágenes de animales u objetos cotidianos y al lado escribe incompleto su nombre; deja espacio para las letras que no escribas, tal como en la actividad que se muestra a continuación. 5. Reconocer y colorear únicamente los objetos que comiencen con cierta letra Deja que tu peque seleccione una letra.

La lectura debe ser una actividad cotidiana, familiar, cercana y placentera en el hogar. Para que así sea, se recomienda crear un espacio acogedor para leer o un momento específico, la hora del cuento antes de ir a dormir suele volverse un tiempo mágico y de mucha expectativa. Además, es vital que los hijos vean a sus padres u otros miembros de la familia, disfrutar de la lectura, y animar a toda la familia a participar. Esto no solo aumenta el amor por la lectura, sino que propicia otros espacios para la conversación y el intercambio en la familia. Y, por supuesto, mejora el vocabulario y la comprensión lectora. Fomentar la escritura creativa es algo que se suele pasar por alto es la enorme utilidad de proporcionar a los niños oportunidades para crear y escribir historias, poemas, o incluso mantener un diario. Esta actividad ayuda a mejorar las habilidades de escritura a la vez que compromete a los niños con lo que escriben, de manera que deja de parecerles algo tedioso o aburrido. Leer juntos nos permite aprender a escuchar y a leer en voz alta. Cuando los niños recién están aprendiendo a leer, pueden turnarse entre los distintos miembros de la familia. Juegos verbales como las canciones, adivinanzas, poesías, jitanjáforas, el “Tuti fruti”, el “ahorcado”, entre otros juegos y actividades, que se soportan en el lenguaje, permiten ampliar el vocabulario, entender la versatilidad del lenguaje y descubrir el sentido lúdico de la lectura y escritura. Incorporar la lectura y escritura en la cotidianidad puede ser muy sencillo usar las experiencias cotidianas como oportunidades para practicar estas habilidades. Utilizar estas estrategias en casa es un gran complemento para el desarrollo de la literacidad.