Sumérgete en el Problema Antes de intentar resolver cualquier problema, tómate un momento para comprenderlo completamente.
Identifica claramente cuál es el problema, qué lo está causando y cuáles podrían ser las posibles consecuencias.
Puedes utilizar herramientas como el análisis FODA para tener una visión más completa.
Divide y Vencerás Un truco para hacer frente a problemas aparentemente abrumadores es dividirlos en partes más manejables.
Esto te permite abordar cada componente de manera individual y puede facilitar la identificación de soluciones más efectivas.
Puedes probar la técnica de descomposición jerárquica para este propósito.
Analiza a Fondo Cuando te encuentres frente a un problema, evita limitarte a la superficie.
En lugar de ello, emplea métodos analíticos como el análisis causa-raíz, una metodología sistemática diseñada para desentrañar las causas fundamentales de un problema o situación no deseada.
El propósito central de esta técnica es trascender las manifestaciones evidentes del problema, indagando en las razones subyacentes que lo generan.