Dichas desavenencias dificultan las relaciones entre las personas empleadas, deterioran el ambiente laboral y entorpecen la consecución de los objetivos de los equipos y, en último término, de la compañía.
Por ello, ser capaces de lidiar con este tipo de situaciones y, sobre todo, prevenirlas, es fundamental para desarrollar un entorno de trabajo positivo, afrontar posibles desafíos de manera conjunta y asegurar la obtención de resultados satisfactorios para la empresa.
La renuncia de varias de las personas trabajadoras de una organización en un periodo de tiempo relativamente corto suele ser una señal inequívoca de que algo no anda bien, y la causa podría ser la existencia de uno o varios conflictos entre los miembros de la plantilla.
Asimismo, si percibes que el personal de la empresa ha bajado el nivel de productividad o que algunas de las personas trabajadoras muestran inquietud y/o nerviosismo, es probable que se deba a que no se sienten cómodas en su puesto de trabajo, y esta situación podría ser derivada de una mala relación entre las personas trabajadoras.
Para favorecer un ambiente laboral sano y reducir las diferencias entre los miembros de una plantilla, existen varias competencias que, bien desarrolladas, tendrán un impacto positivo en las relaciones laborales.
Tal y como te hemos contado, la resolución y prevención de conflictos laborales es fundamental para que las personas trabajadoras se sientan cómodas en su lugar de trabajo, así como también lo es para que una empresa pueda lograr sus objetivos.
La asertividad es la capacidad de expresar las propias emociones e ideas de manera clara y calmada, sin incurrir en las faltas de respeto hacia los demás y sin permitir que los demás nos ataquen.
Desarrollar esta habilidad es fundamental para poder establecer conversaciones fluidas y para sustituir la discusión por un diálogo productivo que permita que ambas partes se sientan tenidas en cuenta.
La empatía es la capacidad que tenemos los seres humanos de ponernos en el lugar de los demás, comprendiendo sus sentimientos y sus reacciones y también las razones por las que se sienten de una determinada manera.
Esta habilidad nos permitirá crear relaciones sanas con el resto de las personas trabajadoras de la empresa y nos ayudará a entender al otro cuando surjan diferencias, previniendo de este modo la aparición de conflictos.