Enseñar a reciclar a edades tempranas es fundamental para adquirir este hábito en la infancia y practicarlo a lo largo de toda la vida.
Es fundamental concienciar a nuestros hijos sobre el respeto al medioambiente, una idea que debemos inculcar en casa y que debe reforzarse gracias a la educación ambiental en el colegio.
De hecho, se estima que el 80% de los materiales utilizados en los centros educativos se puede reciclar.
Papel y cartón son materiales muy utilizados en el colegio y muy sencillos de reciclar.
Plásticos y tetrabriks también se pueden reciclar, y conviene generar espacios donde los niños puedan depositar residuos como tetrabriks de zumos o envases de comida.
Tapones de plástico también se pueden reciclar, y su recogida suele asociarse a causas solidarias, lo que hace que los niños se sientan realmente útiles.
Ropa y libros también se pueden reciclar, y algunos colegios instalan contenedores para su recolección y donación a asociaciones o puntos de recogida.
Juguetes también se pueden reciclar, y las campañas puntuales de recogida de juguetes ayudan a los niños a ser más conscientes de lo que tienen y a empatizar con los demás.
Favorece el desarrollo de la conciencia ecológica y el compromiso con el medioambiente.
Contribuye a reducir la contaminación y el impacto medioambiental.
Supone un ahorro económico, ya que las familias reutilizan objetos y ahorran dinero.
Educa en valores positivos como la responsabilidad, la empatía o la solidaridad.
Inculca buenos hábitos, como mantener el orden o cuidar las cosas para alargar su vida útil.
Puede ser divertido, ya que muchos niños ven el reciclaje como un juego.
Fomenta la creatividad, ya que reutilizar materiales para hacer manualidades o crear algo con objetos que parecen “basura” supone un reto creativo para los niños.
Generar un proyecto de reciclaje en el colegio es clave para que los alumnos se conciencien de la importancia de la reutilización, el reciclado y la reducción del consumo de materiales.
Poner cajetines para reciclar papel y papeleras de reciclaje en puntos accesibles puede ayudar a los niños a familiarizarse con el reciclaje.
Visitar una planta de reciclaje o un punto limpio puede ser una forma práctica de enseñar reciclaje en el colegio.
Poner en marcha un programa de compostaje y crear un huerto con materiales reciclados pueden ser formas efectivas de enseñar reciclaje en el colegio.