Quien desempeña el rol paterno tiene una influencia muy importante en la formación del carácter de su hijo. Ese vínculo incidirá, entre otros tantos aspectos y de manera sustancial, en el comportamiento del niño y en su forma de relacionarse con los demás. Por otra parte, no es difícil imaginar que un niño que se siente acompañado y apoyado por su padre será el en el futuro un adulto más feliz y saludable. La licenciada en psicopedagogía neurocognitiva Natalia Blengine detalla a Clarín 10 consejos para ser buen padre en las distintas etapas de crecimiento de nuestros hijos. Jugar con ellos y crear un espacio de amor potencia su autoconfianza. Contenerlos y crear un espacio de amor y seguridad potencia su autoconfianza y contribuye a su independencia. Halagarlos con palabras que elogien sus logros diarios es importante para estimular su autoestima. Los niños desde muy pequeños desarrollan la inteligencia emocional, lo que repercute positivamente en su salud psicológica en el futuro. Es importante aceptar a nuestros hijos en sus elecciones y preferencias y comprender que son seres independientes. Respetar sus procesos y no intentar acelerarlos es fundamental para evitar ansiedad. Ser empático y trabajar el compañerismo y promover el diálogo y la confianza con ellos, siempre respetando sus tiempos, es esencial. Mantener la calma, especialmente en la etapa de la adolescencia y en situaciones difíciles, es crucial para acompañar sanamente a los niños. Asumir los errores y reconocer que también nos equivocamos, y que es sano pedir disculpas y remediar o retomar, les demuestra a los niños que equivocarse no está mal, sino que es parte del aprendizaje.