Ser un “cerebrito” o “tener una memoria de elefante” no es, ni mucho menos, tan importante como ser organizado. El desorden para un estudiante es más peligroso de lo que podemos imaginar a simple vista. Y lo es especialmente si tu objetivo es sacar una oposición. Porque si algo necesitas como oposit@r es estructurar tu tiempo, dividir la información, programar espacios para el estudio puramente dicho y también para el repaso y definir con claridad las metas, a corto, medio y largo plazo. En definitiva, mucha, muchísima organización. EL CALENDARIO. Puedes hacer un calendario anual, semestral o trimestral, pero no conviene reducirnos a un solo mes. Además, para que esté completo no sólo debe contener los días y las horas dedicadas al estudio cada jornada, sino también las tareas específicas que deberás cumplir cada día. EL MÉTODO. Nuestra recomendación es el método PLASMARA, que te permitirá organizar el calendario de una forma mucho más eficaz, dividiendo el estudio en diferentes fases. LA AGENDA. En este caso no importa tanto el formato de la agenda en cuestión, digital o manual, ni el tipo por el que nos decantemos, como que esta se acomode a nuestra actividad diaria. Y si todavía no estás convencido de la importancia de la organización en el estudio recuerda aquello de que “la mejor organización no asegura los resultados. Pero una estructura equivocada sería garantía de fracaso”.