La escucha 100% debe permitir influir en la dirección que irá tomando la conversación en beneficio del proceso de coaching, sin influir en los contenidos.
Se compone de 3 elementos claves: El silencio, Observar más allá y Los estímulos.
El silencio es clave: No interrumpir al coachee Dejar unos segundos de latencia cuando acaba de hablar, por si se le ocurre algún otro pensamiento.
Aunque al principio el coachee no esté acostumbrado a ciertos silencios, con la repetición rápidamente se encontrará cómodo con ellos.
El coach es consciente de que las palabras son sólo la punta del iceberg.
Si quiere descubrir el mapa de la realidad del coachee percibirá cosas como: Qué palabras se repiten.
El coach sabe conseguir que la persona hable sobre aquellos aspectos que puede ser más productivos para el proceso, con absoluto respeto a los propios contenidos del coachee.
Las preguntas son el principal elemento de estimulación en el coaching.
Puede compararse al concepto de “eureka”.
La calidad de la pregunta, igual que cualquier otro estímulo, tiene como principios: Simplicidad, Adaptación a su contenido y Pertinencia.