El heliocentrismo es un modelo del Sistema Solar en el que el Sol es el centro, con los planetas orbitando a su alrededor, fue propuesto por Nicolás Copérnico en el siglo XVI.
El heliocentrismo es importante para la comprensión del Sistema Solar porque coloca al Sol en el centro y permite entender cómo los planetas y otros cuerpos celestes se mueven alrededor de él.
Entre las principales características que diferencian a los planetas terrestres de los planetas gaseosos se encuentran su composición, tamaño y atmósfera.
Los planetas terrestres, como la Tierra, son más pequeños, tienen superficies sólidas y atmósferas más delgadas, mientras que los planetas gaseosos son más grandes y están compuestos principalmente por gases.
Los cometas se diferencian de los asteroides en su composición y comportamiento, los cometas están compuestos por hielo y polvo y cuando se acercan al Sol, liberan gas y partículas que forman una coma y una cola.
Los asteroides, por otro lado, son rocas que orbitan alrededor del Sol, principalmente en el cinturón de asteroides.
Las afirmaciones son las siguientes: (a) Falsa, la Tierra no es una luna de Marte, es un planeta.
(b) Falsa, el Sol es una estrella, no un planeta gaseoso.
(c) Falsa, los asteroides orbitan alrededor del Sol, no de la Luna.