Hace unos 4500 millones de años esa nube colapsó posiblemente debido a la onda de choque de una estrella cercana en explosión llamada supernova.
Como consecuencia del colapso se formó una nebulosa solar.
Es decir, un disco de material que gira y se arremolina, explica la agencia espacial.
La gravedad del centro de la nebulosa atrajo material y, eventualmente, la presión en el núcleo fue tan grande que los átomos de hidrógeno comenzaron a combinarse y formar helio, liberando una gran cantidad de energía.
Gracias a eso nació el Sol, que acumuló más del 99% de la materia disponible.
La materia más alejada en el disco también se agrupó.
Esos grupos chocaron entre sí formando objetos cada vez más grandes.
Algunos de ellos crecieron lo suficiente como para que su gravedad les diera forma de esferas y se convirtieron en planetas, planetas enanos y lunas grandes, agrega el organismo.