Actos tan rutinarios como tirar la basura sin separarla, comprar útiles de “usar y tirar” o adquirir los productos con envases poco ecológicos o no reciclables contribuyen a la contaminación medioambiental.
Desde nuestro hogar, cambiando hábitos cotidianos y poco ecológicos, podemos contribuir a mitigar la degradación medioambiental que sufre nuestro planeta.
La denominada Regla de las Tres Erres pretende estimular la participación ciudadana, desde el ámbito del hogar, en la lucha contra la degradación del planeta mediante la reducción, la reutilización y el reciclaje de los productos que consumimos.
Para fabricar lo que compramos se precisan materias primas (petróleo, madera o agua) que, por su difícil extracción o por su escasez en la naturaleza, no podemos permitirnos el lujo de derrochar.
Igual de preocupante es la enorme cantidad de basura que generan los envoltorios y envases de muchas de las cosas que compramos en nuestra vida cotidiana.
Cuantos más objetos volvamos a utilizar menos basura produciremos y menos recursos tendremos que gastar en fabricar otros nuevos.
El papel, el cartón y los envases de vidrio, metal y plástico pueden reciclarse sin problema.
Para ello es muy importante separar cada residuo en los diferentes contenedores que tenemos en las calles de nuestra ciudad.
Las 7 ERRES del Consumidor Ecológico Desde en punto de vista del consumidor hay quién amplía hasta siete el número de recomendaciones a tener en cuenta para contribuir a conseguir, a través de nuestros hábitos de compra cotidianos, un planeta sea más ecológico y más ético.